Me faltan epítetos

Cada tanto ocurren cosas que me levantan el ánimo y contribuyen a que mi alicaído autoconcepto remonte algún vuelo que le permita asomar las fauces hasta las superficies del profundamente oscuro mar tormentoso de mi amor propio...
paradojicamente mi orgullo y seguridad profesional me permiten relativizar esos mimos institucionales y sonreir cuando algún colega-compañero me felicita por ser el 'crew' del mes mientras reflexiono sobre esto de ser un profesional de la salud a lo McDonald's...

luego me consuelo con los comentarios de mi amiga Andrea que me explica el mecanismo psicológico de los celos...

en su momento me sonreí y agradecí el regalo... parecía todo tan sencillo.

Comentarios

Anónimo dijo…
habrá que agasajarlo entonces...
Anónimo dijo…
Yo no voy a poder agasajarlo como Inconclusa, pero sí puedo hacer un comentario: es extraña la manera en que funciona la autoestima, una sonrisa de una chica en el tren, un comentario de un colega sirven para elevarla, pero cuidado no se le ocurra encarar a esa chica porque esa sonrisa es una forma de piropo femenino (y como ya sabemos los piropos no buscan más que el acuse de recibo) y el rechazo de ella no sólo le hará caer la autoestima sino que también lo llevará a conclusiones precipitadas del estilo "esta mina es una histérica". Por eso le recomiendo, si lo eligieron empleado del mes, disfrútelo y úselo como un estímulo pero no intente ir más allá porque se va a decepcionar con usted mismo. Y no hay peor cosa para la autoestima que llevarla uno mismo hasta los niveles más bajos. Felicitaciones. Chichi

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