30 y pico
Domingo: según Pablo estaba soleado a la mañana... cuando llegamos nosotros (porque siempre hay un desubicado que lleva a su familia) estaba ya nubladísimo y lloviznando. Por supuesto que unas gotas no nos iban a prohibir volver, una vez más, a ser los mismos pendejos que hace 10, 15, 18? años (quién los cuenta).
Hoy me siento todo roto y apenas puedo caminar...
Es grato derse cuenta que cuando nos juntamos seguimos funcionando como si apenas ayer nos hubiéramos visto por última vez.
Darío llegó de España, era uno de los motivos del encuentro. Yo quiero disfrutarlo un poco antes que se vaya quién sabe hasta cuando.
...
Ella vino conmigo... y hasta creo que la pasó bien
No sé si es bueno, pero parece que está entrando en fase productiva... ahora se autodenomina megalómana (?)
Hoy me siento todo roto y apenas puedo caminar...
Es grato derse cuenta que cuando nos juntamos seguimos funcionando como si apenas ayer nos hubiéramos visto por última vez.
Darío llegó de España, era uno de los motivos del encuentro. Yo quiero disfrutarlo un poco antes que se vaya quién sabe hasta cuando.
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Ella vino conmigo... y hasta creo que la pasó bien
No sé si es bueno, pero parece que está entrando en fase productiva... ahora se autodenomina megalómana (?)
Comentarios
Comparto tu reflexión sobre el paso del tiempo, para mi los asados son como encontrarme con mi adolescencia (lo bueno y lo malo). Una manera de reflexión, una mirada en perspectiva para encontrarme con mi mismo y mostrarme tal cual soy.
No es que en otro momentos no lo haga pero el paso del tiempo te obliga a ser mas maduro y cuidar las formas sin embargo el encuentro con los amigos de tu adolescencia es como si volvieras a ser ese adolescente que se pasaba por el forro del culo el que dirán, querés volver a jugar al fútbol como hace 15 años (con las consecuencias que ya todos conocemos) tomar como cerveza como antes, fumar como antes, en fin por unas horas recordar esos tiempos.
Un abrazo DARIO